sábado, 29 de mayo de 2010

3° parte, "ORIGINARIOS Y REVOLUCIÓN" (una mirada bicentenaria)

SUR, DIVISIÓN Y DESPUÉS ... NUESTRA AMÉRICA

"Ahora estamos construyendo el poder del pueblo,
que el soberano sea el pueblo y no un grupo de familias,
que los pueblos tengamos el derecho a decidir sobre nuestro destino,
esa es la mejor democracia que podemos implementar."

Evo Morales Ayma
Discurso en la ONU, 26-9-2007.


La ”conquista del Oeste” y los originarios del norte de América

Mientras la América de habla hispana debatía por las armas su destino, las colonias independizadas de Inglaterra en 1776 comenzaban a expresar el expansionismo en el terreno. Justificaban su agresiva política desde bases religiosas: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino.” Atraídos por oro y tierras, por ganancias rápidas que premiaban la iniciativa, convencidos de “destino manifiesto”, los colonos civilizaban “tierra virgen”. En caravanas avanzaban enfrentando a los pueblos originarios y a la naturaleza, especialmente al bisonte, que era a la vez el principal medio de vida de las distintas tribus. Entre ellas estaban los cherokee, creek, seminole, sioux, apache, lakota, mahican, delaware. La conquista del “lejano oeste” en los EE.UU. nació desde libres emprendimientos individuales de los “farmers”, con la anarquía y violenta ambición del mercado. La “civilización democrática” enfrentó a la “barbarie” con armas de fuego, deportaciones forzadas y reclusión de los sobrevivientes en reservaciones localizadas en sitios remotos. Sólo entre 1812 y 1821 fueron anexados a la “Unión” los territorios de los actuales Luisiana, Indiana, Mississippi, Illinois, Alabama y Missouri. Anteriormente habían sido conquistadas Kentucky, Tennessee y Ohio. Las ambiciones de EE.UU. se verbalizaban en las palabras pronunciadas por su presidente James Monroe en 1823, "América para los americanos". Con el paso de las décadas, ese expansionismo hacia el oeste se continuaría hacia el Sur, hacia la Patria Grande.


"Divide et impera"

En la Patria Grande, los exilio de San Martín y Bolívar, la muerte en la miseria de Juana Azurduy y Belgrano, los asesinatos de Mariano Moreno y Güemes y los demás infortunios sufrido por los revolucionarios son la metáfora de la derrota del proyecto continental, igualitario, libertario. Los líderes y militantes patriotas, que bregaron incansablemente por conformar alianzas plebeyas que incluyeran a las mayorías mestizas, indígenas y negras, terminaron sus vidas olvidados, rechazados y perseguidos por las elites. Las clases terrateniente y comercial, intimamente ligadas a intereses británicos, secuestraron la independencia. Mutilaron el proceso emancipador reduciéndolo a la mera formalidad política, extirpando toda cuestión social. Asimismo, las clases acomodadas no sólo se opusieron al proyecto de unidad continental sino que fragmentaron las unidades geopolíticas de entonces. Por ejemplo, en continuidad con su comportamiento durante la Guerra de la Independencia y siguiendo la línea eurocentrista de Rivadavia, propulsor de un país chico y elitista, dividieron las Provincias Unidas renunciando al Alto Perú(1), de "forma inaudita" en palabras de Bolívar, y entregando la Banda Oriental a los intereses del imperio inglés.(2)

Respecto a las comunidades originarias, al caer la colonia, cayeron los tratados entre las distintas tribus y el poder español. Los nuevos gobiernos no reconocieron títulos de nobleza, medida que incluía cacicazgos y jerarquías indígenas, como tampoco la vigencia de las distintas jurisdicciones existentes en el orden anterior, a lo largo y a lo ancho de todos los territorios liberados de la corona. Como medida revolucionaria contra los privilegios medievales, decretaron una igualdad formal de todos los habitantes. Pero, con la independencia en manos de las burguesías comerciales, esas determinaciones fueron empleadas para dominar con más fuerza en las regiones agrarias. ¿Acaso las elites le tenían aversión a los originarios por el sólo hecho de ser diferentes? Muy lejos de eso, estaban preocupadas porque miles de personas no trabajaban para ellas, además controlaban tierras productivas, y para peor, de manera ¡comunitaria!; incluso estaban organizados y compartían una cosmovisión muy diferente a la "civilización occidental". El poder dominante no se permitió esas “anomalías”.

(1) Decreto del 9 de Mayo de 1825. http://www.congreso.gov.bo/archivo/coleccion/18250509D1.htm
(2) Jauretche, en "Manual de zonceras argentinas", citaba dos fuentes sólidas: la "Misión Ponsomby" (1930) del oriental Luis Alberto de Herrera, y un libro escrito por Street, un profesor inglés de la Universidad de Cambridge. http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Jauretche/ManualZonceras.htm#_ednref10


"Cultivar el suelo es servir a la patria"(3)

Caído el opresor español y fracasado el proyecto libertario, las masacres de originarios se implementaron sistemáticamente para imponer el librecambio. Tras duras guerras civiles, los nuevos estados se fueron organizando en función de insertarse en las relaciones capitalistas de producción. Las teorías de David Ricardo y sus "ventajas comparativas", justificaban al "taller del mundo" que necesitaba materias primas baratas y mercados para expandir su industria. La agroexportación se impuso a sangre y fuego en nuestro continente. Algunos tempraneros ejemplos son el aniquilamiento charrúa a partir de la Matanza de Salsipuedes en 1831, y la ofensiva ejecutada por Juan Manuel de Rosas en 1833, aprovechando divisiones tribales para transar con algunos ranqueles y masacrar a otros. La campaña del mencionado estanciero y militar fue el primer paso en la avanzada de exterminio de las comunidades patagónicas. Hizo escuela. En 1875 el general Julio A. Roca afirmaba: "A mi juicio, el mejor sistema para concluir con los indios, ya sea extinguiéndolos o arrojándolos al otro lado del río Negro, es el de la guerra ofensiva que fue seguida por Rosas que casi concluyó con ellos...”(4)

Durísimas matanzas ensangrentaron las llanuras sudamericanas a fines del S. XIX. La Triple Infamia de las elites argentina, brasilera y uruguaya aniquiló "tribus guaraníes, tobas, guaycurúes, mocovíes y matacos, en la región del Chaco para su explotación forestal,"(5) aplastando al pueblo paraguayo y al desarrollo endógeno industrialista que desarrollaba. Sobre la guerra contra el Paraguay no librecambista, el entonces Presidente argentino, D. F. Sarmiento (1811-1888), escribió que “era preciso purgar la tierra de toda esa excrescencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”.(6) En palabras del creador del "Martín Fierro", el general que llevó adelante esa campaña, Bartolomé Mitre, "ahogó en sangre las resistencias de la Patria, para prepararse el camino de la Alianza, que debía dar por resultado la devastación del Paraguay. En esta sección americana, Mitre ha sido un cometa de sangre, un flagelo devastador, un elemento de corrupción y de desquicio y dan testimonio de su existencia los huérfanos, las viudas y los inválidos."(7)

Las genocidas “Conquista del Desierto” en 1879 y “Pacificación de la Araucanía” en Chile acabaron con la vida de 70.000 originaios mapuche, ona y patagón, según números oficiales(8). Asimismo, el Ejército Argentino tomó una gran cantidad de prisioneros, que entregó como sirvientes a familias pudientes o para trabajos forzados, o los expulsó a terrenos estériles. En el informe oficial de aquella represión se leía: “Era necesario conquistar real y eficazmente esas 15.000 leguas, limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia”(9) En nuestra Patagonia, el “Gran Malón Blanco”, como llaman los indígenas a la campaña del gral. Roca, fue continuado por "bolicheros" y latifundistas que acabaron con los selk´nan (ona) y tehuelche empleando cacerías, veneno y alcohol(10). Osvaldo Bayer sintetiza, "cuando Europa comenzó a usar los buques frigoríficos quedó sellada la suerte de los tehuelches, mapuches, pehuenches y ranqueles."(11) Inmensas superficies de tierras fueron secuestradas por pocas, latifundistas y "distinguidas" manos. La "civilización" se apropiaba de la tierra como una simple mercancía, reduciéndola a cosa, y aplastaba a la "barbarie" que se sentía parte de ella, de la Pachamama. Las posteriores "Campaña al Chaco" y "La Puna" a fines del siglo XIX, fueron nuevos escenarios de resistencia, derrota y despojo rural en el norte de nuestro país. La espada militar redujo a los aborígenes a ser mano de obra esclavizada.

(3) Lema de la Sociedad Rural Argentina, fundada en 1866 por "visionarios como Eduardo Olivera, José Martinez de Hoz y otros auténticos forjadores de nuestro suelo" . http://www.sra.org.ar/web/notas.php?id=287
(4) Walther, Juan Carlos, "La Conquista del Desierto. Síntesis histórica de los principales sucesos ocurridos y operaciones militares realizadas en la Pampa y Patagonia, contra los indios (años 1527 –1885)", EUdeBA. Buenos Aires. Cuarta Edición, 1980. pág. 239. Citado por Comision de Trabajo Autónomo Mapuche, "Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato 2003", Volumen III, TOMO II, pág. 960. http://biblioteca.serindigena.org/libros_digitales/cvhynt/v_iii/t_ii/v3_t2_c2-_-10.html
(5) Osvaldo Leboso, "Indigenas americanos: Explotación, genocidio y olvido". http://www.monografias.com/trabajos/indigenas/indigenas.shtml
(6) Sarmiento, D.F.; carta a Mitre, 1872. Citada por Roberto Bardini, “El MERCOSUR, el ´pensamiento único´ y Domingo F. Sarmiento”, 13 de noviembre de 2005. http://www.rodelu.net/bardini/bardini94.html
(7) José Hernández, "La administración Mitre", diario La Patria, Montevideo, 1874. Citado por Fermín Chávez, "José Hernández periodista, político y poeta", Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1959, pág. 70. En Jorge Eduardo Padula Perkins, "El periodista José Hernández", Biblioteca Vitual Universal, 2003. http://www.biblioteca.org.ar/libros/653000.pdf
(8) Osvaldo Leboso, art. cit.
(9) Julio Argentino Roca, Adolf Döring, Carlos Berg, Eduardo Ladislao Holmberg, Pablo G. Lorentz, Gustavo Niederlein: Argentina. Comisión Científica de la Expedición al Río Negro, 1879. Informe oficial de la Comisión científica agregada al Estado Mayor general de la expedición al Río Negro (Patagonia) realizada en los meses de Abril, Mayo y Junio de 1879, bajo las órdenes del general d. Julio A. Roca (con 16 láminas). Buenos Aires, Imprenta de Ostwald y Martinez, 1881-1882. Citado por Ezequiel Meler, “Un genocidio continuo”, 30de noviembre de 2010. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117658&titular=un-genocidio-continuo-
(10) José María Borrero con "La Patagonia Trágica" en 1928, causó gran impacto denunciando el exterminio. Si bien especialmente por su tesis sobre la matanza de obreros, Osvaldo Bayer considero la obra “sin rigor histórico”, varios investigadores han confirmado el exterminio de originarios por parte de estancieros, como muestra Martín Bolívar, en "El exterminio de los Onas", 2009. http://mindixenes.org/spip.php?article50
(11) Osvaldo Bayer, "Argentina, 86 años de democracia". http://www.vientosdelsur.org/Bayer7.htm


“El problema del indio”

Mariátegui profundizó sobre esa problemática tan sentida a Nuestra América estudiando su Perú natal, llamando “problema indígena a la explotación feudal de los nativos en la gran propiedad agraria”(11). En 1928 rebatía falsos argumentos y fantasías sobre "el problema del indio" en su país, donde el componente indígena en sentido amplio, junto al mestizo, representa “las cuatro quintas partes de una población total calculada en un mínimo de 5.000.000” y “no menos del 90 por ciento de la población indígena así considerada, trabaja en la agricultura”(12). En sus reconocidos ensayos sobre la realidad peruana afirmaba que éste conflicto no se trataba de un mero asunto de administración ni de aplicación de leyes, "la apropiación de la mayor parte de la propiedad comunal e individual indigena ya esta cumplida". Denunciaba la lógica imperialista que supone verlo como un problema étnico; el concepto de razas inferiores legitimó la expansión y conquista europea. Advertía que limitar la problemática indígena a una cuestión "moral", como hace un enfoque liberal, humanitarista, iluminista occidental, no eliminó el problema al no detener al imperialismo ni atemperó sus métodos. Veía a la solución eclesial como "indiscutiblemente la más rezagada y antihistórica de todas", lo que la Iglesia no hizo en el medioevo menos podrá realizar en el presente. Y criticaba "la sugestión vaga e informe" de verlo como un problema de educación, cuando el medio económico y social condiciona inexorablemente la enseñanza. Su caracterización fue certera "el problema del indio es el problema de la tierra". Sin distinción de países, en pleno S.XXI las comunidades originarias del continente siguen reclamando la propiedad de sus usurpados territorios ancestrales como punto central, acompañado por los reclamos vinculados a la identidad y las variadas nacionalidades originarias. Para el Amauta, el despojo y arrebato de las tierras fue “causa de disolución material y moral" de las comunidades originarias. Describía la íntima relación que los unía considerando que "la tierra ha sido siempre toda la alegría del indio. El indio ha desposado la tierra. Siente que la vida viene de la tierra y vuelve a la tierra. Por ende, el indio puede ser indiferente a todo, menos a la posesión de la tierra que sus manos y su aliento labran y fecundan religiosamente"(13). La tierra es el elemento central, incluso constitutivo de su identidad. La conciencia originaria reconoce a sus comunidades como una expresión viva de la naturaleza, a la que respetan por ser dadora de vida y a la que no buscan someter ni dominar, sino con la que interactúan en un territorio concreto.

(11) Mariátegui, José Carlos; “Ideología y política”, Minci. Caracas, 2006. pág. 24 http://www.scribd.com/doc/17948204/Mariategui-Ideologia-y-politica
(12) Mariátegui, ob. cit, pág. 32
(13) Mariátegui, José Carlos; "7 ensayos de interpretación de la realidad peruana". Edit. Amauta, Lima, 1973. pág.47




"En Argentina no hay racismo porque no hay negros" (14)

Juan B. Alberdi sentenciaba en 1852 que "gobernar es poblar"(15), en la práctica, poblar de inmigrantes. La oligarquía eurocentrista desconfiaba del nativo para trabajar sus tierras, y los gauchos también eran víctimas. Acorralados por el cercado de los campos, eran perseguidos como bandidos rurales si no se sometían al "patroncito" de estancia o no se uniformaban para "matar indios" en una frontera borroneada entre fortines y malones. Una frontera antes que nada agropecuaria, que se expandió y consolidó a tiros con cacerías humanas y Remington. Las elites, a pesar de sus diferencias, tienen en claro su enemigo. Sarmiento le aconsejaba a Mitre: “No trate de economizar sangre de gauchos.”(16) En otra carta, el senador le desplegaba sus argumentos: “Tengo odio a la barbarie popular… La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil… Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? (...) Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas”.(17) Montoneras federales y tribus patagónicas fueron acabadas. Desde 1880, el modelo agroexportador se impuso con las manos manchadas de sangre gaucha y originaria, sometiendo a las mayorías oprimidas a la "pax británica" que regía al mundo.

lniciando el S.XX, la población proveniente de Europa era muy importante en Argentina. Por entonces, el capitalismo pasaba a su fase superior en las potencias centrales; con la exportación de capitales mediante los monopolios comenzaban las luchas imperialistas por apropiarse del resto del mundo. Esto llevaría a las guerras mundiales. El "granero del mundo" era de y para pocos, reduciendo a nuestro país a una simple semicolonia inglesa. El empobrecido trabajador inmigrante se organizaba en grupos anarquistas o socialistas, y agitaban ideas revolucionarias contra el orden conservador; era un europeo distinto al que imaginó la oligarquía. Para enfrentarlos, la pluma elitista encarnada en Leopoldo Lugones reinventó un arquetípico gaucho domesticado, "emblema de la argentinidad" que se amoldaba mansamente al desigual orden imperante. La criatura literaria estaba en las antípodas del perseguido y extinguido gaucho, retratado en Juan Moreira o la primera parte del Martín Fierro. Muerto en las montoneras el “gaucho malo” y bárbaro que satanizaba Domingo Faustino, viva el “gaucho bueno” y nacional por crear, contra el nuevo problema social, ¿la desigualdad?, no, la inmigración extranjera. Fue el modelo antagonista del inmigrante revolucionario desde la cultura. Para defender el statu quo, el Estado aplicó una dura represión y nuevas leyes punitivas(18). En aquel entonces nació la frase "yo, argentino", para evitar la coacción policial o la agresión de patotas civiles nacionalistas de sectores medio y medio-altos.

También el racismo contra el originario, impuesto siglos atrás mediante la "limpieza de sangre" colonial, fue continuado. Sarmiento lo expresó varias veces durante su vida: “¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado”.(19) Entrado el S. XX la cultura dominante seguía al "prócer", "justificando el genocidio, el destierro y el saqueo. En un libro de geografía, aprobado como texto escolar por el Ministerio de Educación, y escrito en 1926 por el profesor Eduardo Acevedo Díaz, se podía leer `(...) La República Argentina no necesita de sus indios. Las razones sentimentales que aconsejan su protección son contrarias a las conveniencias nacionales´"(20). Como en nuestra patria chica, la supremacía de comerciantes y terratenientes encadenó "civilizadamente" a los pueblos de los nacientes, débiles y fragmentados países a nuevas dependencias, imperialistas.

(14) Frase doblemente mentirosa del “sentido común” fascista y reaccionario en nuestro país, que niega tanto al racismo como a la población afro descendiente. Sobre su significación demográfica, una investigación científica del Centro de Genética de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, encontró que un 3,6 % de los habitantes del área metropolitana de Buenos Aires tiene marcadores genéticos africanos. Fuente: Sergio A. Avena, Alicia S. Goicoechea, Jean M. Dugoujon, Mónica G. Slepoy, Alberto S. Slepoy y Francisco R. Carnese, “Análisis antropogenético de los aportes indígena y africano en muestras hospitalarias de la Ciudad de Buenos Aires”. Revista Argentina de Antropología Biológica 3: 79-99. Buenos Aires: Asociación de Antropología Biológica de la República Argentina. 2001. http://sedici.unlp.edu.ar/ARG-AABRA-ART-0000000026/2211.pdf
(15) Alberdi, Juan Bautista ; "Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina", 1852.
(16) Sarmiento, carta a Mitre, 20 de septiembre de 1861, a 3 días días del retiro de Urquiza del campo de batalla de Pavón. Mencionada por Roberto Bardini, op. Cit.
(17) Sarmiento, carta a Mitre, 24 de Septiembre 1861. Mencionada por Roberto Bardini, op. Cit.
(18) La Semana Roja en mayo de 1909 fue el hecho represivo más duro. Se inició con una represión policial indiscriminada dirigida por Ramón L. Falcón contra trabajadores reunidos en plaza Lorea para recordar el 1º de Mayo. La ley de Residencia o Ley Cané, de 1902, habilitó al gobierno a expulsar a inmigrantes sin juicio previo. La Ley de Defensa Social, sancionada en 1910, elevaba el castigo hasta la pena de muerte por provocar desorden público, sabotaje, incitación a la huelga o insulto a las autoridades nacionales. Esta ley se sancionó 2 días después de que las elites celebraron el Centenario bajo estado de sitio. Fue derogada recién en 1958 por el presidente Arturo Frondizi, pero para entonces ya existía el Plan Conintes, contra la “conmoción interior.”
(19) Diarios “El Progreso”, 27 de septiembre de 1844 y “El Nacional”, 25 de noviembre de 1876, 8 de febrero de 1879 y 19 de mayo de 1887. Mencionado por Bardini, op. Cit.
(20) Leboso, art. cit.



Alianzas mayoritarias continuaron reprimiendo a los originarios en Argentina

En el Centenario, la propaganda positivista y elitista oficial celebraba el progreso indefinido de la civilización bajo el librecambio, mientras sectores oprimidos jaqueaban desde las bases al orden social conservador. Represión y leyes punitivas no alcanzaban para contener los reclamos populares. La válvula de escape de las elites fue la ley Saenz Peña en 1912, que establecía el voto universal masculino. Su implementación permitió el triunfo radical en 1916, y el peronista en 1946, tras la década infame. Esos importantes triunfos cambiaron algunas cosas, no todas. Durante los gobiernos emblemáticos elegidos en las urnas durante el S.XX, se mantuvieron acciones persecutorias y represivas contra algunos sectores populares. Impunes matanzas focalizadas son ejemplos claros y dolorosos, como cuando las “fuerzas del orden” fusilaron a inmigrantes y descendientes de aquellos en la Semana Trágica porteña, durante enero de 1919, y en la Patagonia Trágica, entre noviembre y diciembre de 1921 bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen; cuando liquidaron centenas de trabajadores rurales y sus familias toba y mocoví en la "Masacre de Napalpí"(22), ejecutada el 19 de julio de 1924, ya con Marcelo T. de Alvear en la primera magistratura; e hicieron tronar el escarmiento sobre centenares de braceros toba, pilagá y wichi ametrallados junto a sus mujeres y niños en la "Masacre de Rincón Bomba",(23) perpetrada entre el 10 y el 30 de octubre de 1947, durante la primera presidencia de Juan D. Perón. Si bien la alianza policlasista de la Unión Cívica Radical incluyó a los nacientes sectores medios, y años después el peronismo incorporó a las masas trabajadoras urbanas a su modelo de país, para aquellos movimientos eran más importantes los vínculos con algunos sectores del capital que con la peonada. A pesar de ello, los sectores de la rancia oligarquía aprovecharon momentos de crisis para tumbar ambos gobiernos legítimos mediante golpes de estado, sosteniendo dictaduras "disciplinadoras" de las mayorías oprimidas.

(22) Según datos de la Red de Comunicación Indígena, durante 45 minutos la policía descargó más de 5 mil balas de fusil sobre la población indefensa, a 120 kilómetros de Resistencia, Chaco. El total de víctimas fue de 423, entre indígenas y cosecheros de Corrientes, Santiago del Estero y Formosa. El 90% de los fusilados y empalados eran toba y mocoví. Algunos muertos fueron enterrados en fosas comunes, otros sólo quemados. Para la versión oficial se trató de una "sublevación indígena". Para mayor información: dossier sobre Masacre de Napalpí http://www.elortiba.org/napalpi.html
(23) Tropas de Gendarmería Nacional asesinaron a centenares de indígenas en las cercanías de Las Lomitas, Formosa. Tras el fusilamiento masivo, fueron perseguidos los que pudieron escapar, "para que no queden testigos". Más de 500 personas desnutridas y desarmadas, sin distinción de edad y género, fueron acribilladas a tiros. La prensa desinformó sobre la impune masacre. Públicamente ni siquiera se investigó el hecho. Más información: Luis Zapiola, “Matanza de Rincón Bomba”, http://www.indigenas.bioetica.org/nota22.htm. Sobre esta represión impune se ha estrenado recientemente una película “Octubre Pilagá” http://www.octubrepilaga.com.ar/



Pensamientos precursores del anti-imperialismo: Bolívar y Martí.

La expansionista "doctrina Monroe" tuvo interpretaciones panamericanistas en su época, según las cuales se trataba de una declaración contra los colonialismos europeos. Bolívar no cometió ese error y lo expresó en su total magnitud en 1829: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad"(24). Antes había pasado por varios cruces con la “democracia del norte”(25), que no apoyó ni con la venta de armas a las luchas independentistas: “Jamás conducta ha sido más infame que la de los norteamericanos con nosotros” sentenció en 1820(26). El más duro enfrentamiento fue por la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, que Bolívar lanzó en diciembre de 1824. En ella invitaba a las "repúblicas americanas, antes colonias españolas" a conformar una Confederación de naciones que le diera vida a la unidad latinoamericana. A partir de junio de 1826 comenzaron las reuniones, y entre las ausentes estuvo el Río de La Plata, gobernado por Rivadavia, y Chile. Los EE.UU. así hablaban del Libertador venezolano y la anfictionía: "Durante algún tiempo han fermentado en la imaginación de muchos estadistas teóricos los propósitos flotantes e indigestos de esa Gran Confederación Americana (...)"(27) No solo se quedaron en palabras, sabotearon el Congreso acercándose a voluntades locales ambiciosas y lograron hacerlo fracasar en aquel momento. Apenas dos décadas después, en 1846, EE.UU. invadiría México usurpándole más de la mitad de su territorio de manera definitiva hasta la actualidad. Y durante los años 1850 realizaría varias intervenciones en Nicaragua y Panamá.

En 1890 el estado norteamericano completó la ocupación de su actual territorio tras concluir las “guerras indias“, desatadas pocos años después de terminada la guerra civil entre el sur agro-esclavista y el norte industrial (1861-1865) En 1895 Martí escribía: "Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas: y mi honda es la de David."(28) Durante 15 años habitó rodeado de su "voraz" progreso y de los "ácidos digestivos" con los que el engendro imperialista asimilaba sus "alimentos". Por tal motivo advertía que "el desdén del vecino formidable que no la conoce es el peligro mayor de nuestra América"(29). En el periódico Patria, que fundó en Nueva York en 1892, creó una sección "Apuntes sobre los Estados Unidos", para alertar sobre la realidad norteamericana. Se propuso revelar “las dos verdades útiles a nuestra América: el carácter crudo, desigual y decadente de los Estados Unidos, y la existencia en ellos continua, de todas las violencias, inmoralidades y desórdenes de que culpa a los pueblos hispanoamericanos..”(30) Quien “con los pobres de la tierra quiso él su suerte echar” destacaba también como se manipulaba a la población para obtener apoyos a guerras y anexionismos, ¡a fines del S. XIX!: “¿Se puede pensar sin dolor que un país que nos tiende la mano desde sus puertos, y nos dice que quiere estrechar sus relaciones con nosotros, con la otra mano azuce la guerra en nuestras fronteras, y diariamente inserte en sus periódicos noticias sordas y repetidas que han de alzar a su pueblo contra el pueblo amigo? ¿No es locura imaginar que un pueblo demócrata piense en conquistar y en invadir?"(31) Martí caía en combate en 1895, peleando por la tardía independencia de Cuba de manos españolas. En 1898 EE.UU. intervenía en la guerra contra España, para luego ocupar Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Apenas iniciado el S.XX oficializaría la “doctrina del Gran Garrote” para continuar invadiendo militarmente nuestro continente, visto como su “patio trasero”. El insaciable hambre expansionista predominaba en sus clases dirigentes y nos apetecían como su próximo bocado. Apenas iniciado el S.XX, el presidente de EE.UU. Roosvelt anunciaba la doctrina del Gran Garrote para aplicar en nuestro continente. Las intervenciones se sucederían sin solución de continuidad con la ocupación de Rep. Dominicana entre 1916 y 1924, de Cuba en 1906 y 1909, Haití desde 1915 hasta 1934, Nicaragua en 1910 y hasta persiguiendo sin éxito a Pancho Villa dentro de territorio mexicano. La crisis de 1929 frenaría momentáneamente esa política exterior de EE.UU., que hablaría como “buen vecino”.

(24) Carta al coronel Patricio Campbell redactada en Guayaquil, el 5 de agosto de 1.829.
(25) Ver libro “Bolívar: Pensamiento precursor del antiimperialismo”, de Francisco Pividal, 1ª ed. 1977.
(26) Bolívar, Simón; Carta a José Rafael Revenga, San Cristóbal, 25 de mayo de 1820.
(27) Monroe, James; carta a embajador de EE.UU. en Bogotá, Richard C. Anderson, 27 de marzo de 1823. Citada por Antonio Nuñez Jimenez; "Un mundo aparte: aproximación a la historia de América Latina y el Caribe", Ediciones de La TOrre, Madrid, 1994. pág. 308. En Google Books.
(28) Martí, José; Carta a Manuel Mercado, 18 de mayo de 1895. http://www.granma.cu/espanol/2006/mayo/vier19/carta.html
(29) Martí, José; “Nuestra América”, en Política de Nuestra América. México, de. Siglo Veintiuno, 2005. 1ª es 1977 pág, 43. En Google Books.
(30) Martí, José; "La verdad sobre los Estados Unidos." En Patria, Nueva York, 23 de marzo de 1894.Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 1975. Tomo 28. Páginas 290-294. http://www.josemarti.info/documentos/verdad_estadosunidos.html
(31) MArtí citado por Carlos Rodríguez Almaguer, "José Martí ante la expansión norteamericana", 28-8-2007. http://www.kaosenlared.net/noticia/jose-marti-ante-expansion-norteamericana



La etapa superior del capitalismo

Corria 1916, y durante la 1ª Guerra Mundial entre las potencias europeas, desde la Rusia zarista pre-revolucionaria, Lenín caracterizaba a Argentina como modelo de semicolonia inglesa, en el mismo libro donde fundaba la categoría de imperialismo como fase superior del capitalismo. En nuestro país, Raúl Scalabrini Ortiz profundizaría el estudio sobre la asfixiante dependencia con Gran Bretaña a mediados de 1930, durante la conservadora “Década Infame”. Vinculado al grupo FORJA, desde las páginas de "Política Británica en el Río de la Plata" y otras obras subsiguientes desmenuzaría las orgiásticas y centenarias relaciones carnales con Incalaperra, haciendo foco en los ferrocarriles, "una inmensa tela de araña metálica donde está aprisionada la República". Así rompió con la lógica colonial, despertando lo que muchos definen como el pensamiento nacional argentino, y amplió la recepción de posturas anti-imperialistas en el campo popular. Tras la derrota del eje nazi-fascista en la 2ª GM, EE.UU. pasaba a posturas ofensivas mientras le llegaba el ocaso a la hegemonía inglesa en nuestro país. El fortalecido imperialismo norteamericano desplazaba a todas las debilitadas potencias europeas de “su patio trasero” mientras financiaba la reconstrucción capitalista del viejo continente. Durante la Guerra Fría, llegó a su techo histórico la injerencia contra nuestros pueblos del monstruo del que nos advirtiera Marti. Tras la "doctrina Monroe" se alinearon las burguesías cipayas del continente. Tras las luchas anticoloniales y el triunfo de la Revolución cubana irrumpió una creciente movilización y organización popular que pusieron en jaque a ese statu quo. La Alianza para el Progreso y las democracias formales desarrollista no alcanzaban, era la hora de la espada, “Doctrina de Seguridad Nacional” mediante. Las dictaduras suramericanas articularon entre sí y con la CIA a través del Plan Cóndor. Sistemáticamente, acabaron con las resistencias organizadas de los pueblos trabajadores para reestructurar las economías en forma drástica. Desindustrialización, concentración de riqueza y descomunal endeudamiento externo fueron parte del paquete. Las empresas transnacionales y los grupos económicos locales fueron la importante pata civil de los más sangrientos terrorismos de Estado que asolaron al continente.

A comienzos del S. XX. la relación de las débiles y dependientes economías locales con la potencia hegemónica de turno obligaba a posicionarse ante el imperialismo. El choque de distintas posturas antagónicas presentó uno de sus puntos más altos en Perú, en la discusión histórica entre Mariátegui y Haya de la Torre. Si bien en la década del ´20 ambos se planteaban como marxistas anti-imperialistas, presentaban diferencias nodales en el posicionamiento ante el régimen dictatorial de Leguía y su apertura al imperialismo, el tipo de revolución que necesitaba Perú y la construcción del partido político que la llevaría adelante. Haya partía desde posturas evolucionistas y, ante una realidad feudal, proponía una revolución democrático burguesa. Coincidía en este punto con el Komintern y sus interpretaciones ortodoxas y dogmáticas de Marx contra las que el Amauta chocaba. Entonces, Haya pretendía enfrentar al imperialismo con una alianza de clases productoras integrada por obreros, campesinos y sectores medios, los mejor preparados para dirigirla según su concepción. Las diferencias entre las clases quedarían suspendidas ante el conflicto principal. A mediados de los ´50 dio vuelta a Lenin afirmando que el imperialismo es la “primera etapa del capitalismo moderno en los países no industrializados”, es la “etapa capitalista que necesitamos cumplir para progresar”(32). Para contenerlo proponía una especie de estado cuasi-corporativo. Incluso apoyó la Alianza para el Progreso, la respuesta de EE.UU. para frenar el gran impacto de la Revolución cubana en una agitada Latinoamérica.

La postura reformista de Haya de la Torre también había sido fuertemente criticada por el cubano José Antonio Mella en 1927, en el marco del Congreso Anti-imperialista de Bruselas. Diametralmente opuesto a Haya, Mariátegui no encontró características positivas en el imperialismo, sino una mayor dependencia y atraso. Reconocía que debían realizarse tareas democrático burguesas, incluidas en la revolución socialista que proponía, y para la cual buscó incorporar a los sectores obreros creando la CGTP (Confederación General del Trabajo del Perú) y a las masas indígenas campesinas. Asimismo, la dirección del partido debía recaer en los elementos combativos y no en los sectores medios. Advertía el Amauta que “los elementos feudales o burgueses, en nuestros países, sienten por los indios, como por los negros y mulatos, el mismo desprecio que los imperialistas blancos. El sentimiento racial actúa en esta clase dominante en un sentido absolutamente favorable a la penetración imperialista. (…) La solidaridad de clase, se suma a la solidaridad de raza o de prejuicio, para hacer de las burguesías nacionales instrumentos dóciles del imperialismo yanqui o británico. Y este sentimiento se extiende a gran parte de las clases medias”(33). Refutando un supuesto “nacionalismo” burgués defendido por el APRA de Haya, afirma que estas clases “ven en la cooperación con el imperialismo la mejor fuente de provechos, se sienten lo bastante dueñas del poder político para no preocuparse seriamente de la soberanía nacional. Estas burguesías, no tiene ninguna predisposición a admitir la necesidad de luchar por la segunda independencia.”(34) En la misma tónica y cuatro décadas después, el médico latinoamericano que le autografió un ejemplar de “Guerra de Guerrillas” al doctor Hugo Pesce, amigo del Amauta, afirmaba que "las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo -si alguna vez la tuvieron- y solo forman su furgón de cola"(35).

En este apartado merece especial mención Nicaragua. Tras ser invadido el país por EE.UU. en 1926, el pueblo encolumnado tras Augusto César Sandino salió victorioso logrando la retirada de los marines en 1933. En homenaje a la gesta nicaragüense, el día del asesinato del General de los Hombres Libres, 20 de febrero de 1934, fue proclamado "Día Internacional de la lucha contra el colonialismo". Incluso en la República Popular China, en 1951, se convocaban movilizaciones contra el imperialismo en esa fecha según reseñaba un diario español(36).

(32) Haya de la Torre, Víctor; "El imperialismo", 1955. Fragmento de discurso pronunciado en La Haya, en 1955. http://www.marxists.org/espanol/haya/1950s/1955-impe.htm
(33) Mariátegui, José Carlos; “Ideología y política”, Minci. Caracas, 2006. pág. 26 http://www.scribd.com/doc/17948204/Mariategui-Ideologia-y-politica
(34) Mariátegui, José Carlos; “Punto de vista Anti-imperialista”, mayo de 1929. http://www.panuelosenrebeldia.com.ar/content/view/168/123/
(35) Guevara, Ernesto; “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, abril 1967. http://www.radiolaprimerisima.com/files/doc/1254943617_Ernesto%20Guevara%20-%20Mensaje%20Tricontinental.pdf
(36) Diario ABC de Madrid, 18 de febrero de 1951, edición matutina, pág 21. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1951/02/18/021.html


"La pobreza es un pecado social"

En nuestro continente, el más desigual del mundo, la crítica y búsqueda de superación de las condiciones materiales de existencia se hicieron carne incluso en el ámbito religioso. La misma Abya Yala donde el catolicismo se marcó a sangre y fuego con la conquista europea y fue sinónimo de opresión colonial, la misma Patria Grande que sufrió el sable y la sotana como las principales armas de sometimiento durante siglos, la misma Nuestra mayúscula América es quien parió a la Teología de Liberación que actualmente se expande por el mundo. Este enfoque cristiano, que plantea que en el marco de la lucha de clases hay que optar siempre por los pobres, nació a partir de dos momentos: el Concilio Vaticano II (1962-1965), en el que prelados y teólogos se preocuparon más por los problemas sociales que por los asuntos dogmáticos; y la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) en Medellín, Colombia (1968), cuyos documentos incluyen temas que fueron la base del movimiento. Entre sus principales exponentes están el peruano Gustavo Gutiérrez Merino, los brasileños Hélder Cámara y Leonardo Boff, el colombiano Camilo Torres Restrepo, el uruguayo Juan Luis Segundo, el salvadoreño Jon Sobrino.

Por afirmar, entre otros conceptos revolucionarios, que “la salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre”, es combatida por la iglesia católica apostólica y romana. Desde 1979, los dirigentes del movimiento no fueron invitados a la conferencia de obispos y el Papa Juan Pablo II fue reemplazando de sus cargos a los teólogos de la liberación. El mismo Karol Wojtyla solicitó a la “Congregación para la Doctrina de la Fe” que se expidiera sobre la teología de los oprimidos. Este órgano colegiado del Vaticano es el continuador de la Santa Inquisición, y estaba dirigido entonces por el ex joven nazi Joseph Ratzinger, el actual Papa Benedicto XVI. Redactaron dos trabajos(37) donde la criticaron y recomendaron su rechazo principalmente por aceptar postulados marxistas. Este contexto de persecución y castigo se había iniciado bajo las dictaduras cívico-militares que asolaron a nuestros pueblos, implementando una represión directa contra sus principales figuras, ante el silencio cómplice de la jerarquía católica. Uno de los máximos exponentes de esta teología, Ignacio Ellacuría, fue asesinado a sangre fría junto a otros 5 jesuitas en El Salvador (1979). Las balas de odio cegaron también las vidas del arzobispo salvadoreño, Oscar Romero (1980), el monseñor obispo de La Rioja Enrique Angelelli (1976) y el Padre Mujica (1974) en Argentina, el padre Henrique Pereira Neto (1969), en Brasil, el cura guerrillero Camilo Torres (1966), caído en combate en Colombia. Ellos son los principales mártires de este movimiento cristiano de liberación.

Este movimiento se plantea cómo ser cristiano en un continente oprimido y pregunta "¿Cómo cantar al Señor en una tierra extraña?", "¿Cómo conseguir que la fe no sea alienante sino liberadora?". Boff, uno de sus fundadores, destaca que “de su cuna en Latinoamérica la Teología de la Liberación pasó a África, se extendió a Asia y también a sectores del primer mundo identificados con los derechos humanos y la solidaridad hacia los desposeídos. La pobreza entendida como opresión revela muchos rostros: el de los indígenas que desde su sabiduría ancestral concibieron una fecunda teología de liberación indígena, la teología negra de la liberación que resiente las marcas dolorosas dejadas en las naciones que fueron esclavistas, el de las mujeres sometidas desde la era neolítica a la dominación patriarcal, la de los obreros utilizados como combustible de la maquinaria productiva. A cada opresión concreta corresponde una liberación concreta.”(38)

(37) “Libertatis Nuntius” de 1984 y “Libertatis Conscientia” de 1986.
(38) Boff, Leonardo; “La teologia de la liberacion se propaga, pese al veto del Vaticano” IPS, 19 de marzo de 2009. http://www.argenpress.info/2009/03/la-teologia-de-la-liberacion-se-propaga.html



“Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra” (39)

En nuestro continente, el problema de la toma de conciencia fue descrito por Simón Rodríguez cuando llegaba a su fin el S. XVIII. Tras un exilio forzoso de Venezuela desembarcó en Jamaica, planteando en su “Diario”: “Tal vez se necesite más tiempo para que el esclavo deje de serlo, para que aspire a ser libre, no para ocupar el lugar de su amo, sino para compartir, de manera fraternal, el bien común”(40) Ese profundo conflicto lo retoma más de un siglo después Paulo Freire, que también sufrió el exilio por razones políticas, en la Pedagogía del Oprimido. El comprometido militante brasilero considera que los colonizados aún no han asumido su “conciencia para si” y se encuentran en un estado dual, “alojando al opresor cuya sombra introyectan”, mostrando hasta una “atracción irresistible por el opresor (…) En su enajenación quieren, a toda costa, parecerse al opresor, imitarlo, seguirlo”(41). Su propuesta superadora implica dos momentos: primero una necesaria toma de conciencia de la propia realidad del ser oprimido, apresado a las determinaciones que los opresores imponen; y en segundo lugar, la iniciativa de los oprimidos para luchar y liberarse, sostiendo que los hombres no se liberan solos sino “en comunión”. Para llevar adelante este largo camino, el pedagogo brasilero concibió una alfabetización que rechaza el mero depósito de palabras en la mente de los analfabetos, a la que llamó “educación bancaria”. Quien se definió como “sustantivamente político y solo adjetivamente pedagogo” puso en primer plano la inter-relación entre pensamiento, lenguaje y estructura social, considerando a la “educación problematizadora” que enseña a leer el texto y el contexto, el mismo mundo, como un instrumento de transformación de este.

Esta necesaria toma de conciencia desde el oprimido pone en discusión todo el andamiaje ideológico de las clases dominantes, e implica también reconocernos en las realidades de los vencidos por la conquista española, por la dominación oligárquica pro-bitánica, por las democracias formales y dictaduras cívico-militares alineadas con el imperialismo norteamericano. En este marco, el Apóstol cubano recuperó parte de la rica historia originaria, a fines del S. XIX y contra la corriente hegemónica positivista en pleno apogeo. Pensando en la formación de los chicos, y con el fin de enseñar y divertirlos para que sean “hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien: hombres elocuentes y sinceros”(42) editó la revista “La Edad de Oro”, entre julio y octubre de 1889. En sus páginas publicó “Las ruinas indias”, un artículo donde su artística pluma abre las puertas de las avanzadas civilizaciones originarias al público infantil, permitiéndoles ir descubriendo aquellas culturas y conociendo nuestro propio pasado. Asimismo, Martí coloca a la sociedad indígena en un mismo nivel junto a las grandes civilizaciones occidentales y orientales de la historia, y sus refinadas construcciones de las que quedan sólo ruinas, muestran el alto vuelo alcanzado por su organización social.

Volviendo a Freire, él ve a la toma de conciencia como una construcción política revolucionaria que comprende un proceso a largo plazo y con el pueblo, no circunscripto a un momento. Quien fue considerado por Boff como uno de los fundadores de la Teología de la Liberación(43) sostiene que “la pedagogía dominante es la pedagogía de las clases dominantes”, la educación bancaria. El educador brasilero plantea que la educación liberadora, antagónica de aquella, es la que abre caminos para que los oprimidos tengamos las condiciones de descubrirnos y conquistarnos, reflexivamente, como sujetos de nuestro propio destino histórico, dejando de ser “cosas inanimadas” con la única finalidad de realizar las que les prescriben los opresores. La educación liberadora, como espacio de diálogo, permite la toma de la palabra a las mayorías silenciadas y empobrecidas, campesinas, indígenas, trabajadoras desocupadas. Y desde allí abre las puertas a una lectura crítica del mundo, a rebelarse contra la manipulación y domesticación y siembra caminos de esperanza al resistir la opresión en haras de un horizonte superador que está por ser.

(39) Martí José; “Nuestra América”, 1891.
(40) Orgambide, Pedro; “El maestro de Bolívar. Simón Rodríguez, el utopista”. Ed. Sudamericana, 2002. Citado por Andrés Sarlengo, “Hay que desobedecer más ...” (CONTRAPUNTOS) 24 de mayo de 2010.
http://www.argenpress.info/2010/05/hay-que-desobedecer.html
(41) Freire, Paulo; “Pedagogía del oprimido”, México, Ed. Siglo XXI, 2005 (1ª de. 1974) pág. 64. En Google Books.
(42) Martí, José; “A los niños que lean ´La Edad de Oro´”, La Edad de Oro nro 1, Julio 1889.
http://www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/marti/oro/primero.htm
(43) Batalloso Navas, Juan Miguel; “Entrevista a Leonardo Boff: Paulo Freire y los valores del nuevo milenio.” Abril de 2008. http://www.redescristianas.net/2008/04/02/entrevista-a-leonardo-boff-paulo-freire-y-los-valores-del-nuevo-milenio-juan-miguel-batalloso-navas/


Buscando superar al econocida más respetado del mundo

Partiendo de la base de que la lucha histórica entre opresores y oprimidos no da lugar a más opciones que la conservación o superación del sistema explotador, Mariátegui avizoraba la tradición de “elementos de socialismo práctico en la agricultura y la vida indígenas”, destacando que "el trabajo colectivo, el esfuerzo común, se empleaban fructuosamente en fines sociales", para el conjunto de la comunidad incaica. Entendiendo la tradición como patrimonio y continuidad histórica, planteaba que “una conciencia revolucionaria indígena tardará quizás en formarse; pero una vez que el indio haya hecho suya la idea socialista, la servirá con una disciplina, una tenacidad y una fuerza, en la que pocos proletarios de otros medios podrán aventajarlo”(44). A contramano de lecturas escolásticas del Amauta, Enrique D. Dussel lo compara con el Marx estudioso de la comunidad rural rusa como punto de partida para la regeneración social de aquel país(45). El Amauta avizoraba que "la revolución latinoamericana será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente la revolución socialista"(46), y ésta supone, antecede y abarca las características anti-imperialista, agrarista, nacionalista revolucionaria. Asimismo, contrariaba las interpretaciones dogmáticas, "tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano"(46) que no será calco ni copia, sino creación heroica. Resuena el eco de Simón Rodríguez, cuando clamaba "inventamos o erramos" para conformar las incipientes repúblicas en medio de las guerras por la primera independencia. Del pensamiento del marxista latinoamericano nacido en Perú se desprende que la Patria Grande y socialista es una realidad a crear, y no se creará sin el indígena. "De la confluencia o aleación de indigenismo y socialismo, nadie que mire al contenido y a la esencia de las cosas pueden sorprenderse. El socialismo ordena y define las reivindicaciones de las masas, de la clase trabajadora. Y en el Perú las masas -la clase trabajadora- son en sus cuatro quintas partes indígenas. Nuestro socialismo no sería, pues, peruano, -ni siquiera socialismo- si no se solidarizase, primeramente, con las reivindicaciones indígenas"(47) Al igual que los patriotas de la Independencia, considera a los originarios como actores principales para luchar por un orden superador al vigente.

La primer revolución socialista en Nuestra América tuvo a uno de los más importantes precursores del anti-imperialismo como su autor intelectual. Se trata de José Martí. Y quien verbalizó el reconocimiento compartido por todo un pueblo fue el organizador y principal autor material de la gesta, Fidel. La Revolución cubana logró sobrevivir a 90 millas del imperio y a unas pulgadas de su base ilegal de Guantánamo por la férrea voluntad popular, y tras declararse socialista en 1961 en medio de la guerra fría. Sorprendiendo a muchos, sobrevivió la implosión soviética, no sin dificultades y sacrificios generados por el bloqueo norteamericano que sanciona con dureza desde hace más de medio siglo a la primera revolución que busca el bienestar de su pueblo trascendiendo al capitalismo en Nuestra América. Al igual que Haití, que tras lograr la primer revolución democrática en Occidente fue bloqueada y no reconocida como nación independiente durante décadas por las potencias de entonces, a la digna isla los EE.UU. le impusieron, además del bloqueo, el aislamiento del resto de los gobiernos a nivel continental con su expulsión de la Organización de Estados Americanos en 1962. Venciendo sabotajes, atentados terroristas e intentos de invasión entre tantas otras agresiones, durante el último medio siglo la isla dejó de ser el prostíbulo de EE.UU y hace años muestra las estadísticas educativas y de salud más altas del continente. Incluso su método educativo permitió acabar con el analfabetismo en Venezuela (2005) y Bolivia (2008). En los últimos años el caimán caribeño esta pasando por un proceso de discusión y reorganización importante. Fidel en 2005 decía que “el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo. Parecía ciencia sabida (…) Pero somos idiotas si creemos, por ejemplo, que la economía (…) es una ciencia exacta y eterna”(48), dejando en claro que la autocrítica no lo acercaba al revisionismo. Donde muchos quieren ver una transición de retorno hacia el dominio del mercado, las autoridades y organizaciones populares descartan ese “retroceso” y plantean la necesidad de rectificar errores para seguir por el mismo camino revolucionario.

Al iniciarse el S.XXI, el socialismo también es horizonte en Venezuela. Y llegó a través de un masivo proceso popular que tiene como bandera a otro de los principales precursores del anti-imperialismo, el libertador Simón Bolívar. Chávez comenzó a proponer un rumbo socialista en 2005, y al año siguiente fue reelegido como presidente con más del 60% de los votos. Si bien hay contradicciones evidentes entre una burocracia estatal y la línea del líder bolivariano, entre la influencia cultural “maiamera” en parte de la sociedad y los deseos de profundizar el proceso de las mayorías organizadas, la idea de socialismo y los cambios que traería aparejados cuentan con un importante respaldo popular en el país caribeño. El presidente venezolano, a quien Fidel calificó públicamente como “el tipo de hombres que jamás retrocederán ante el imperialismo”(49), incluso comenzó en noviembre de 2009 a plantear la necesidad de organizar una V Internacional Socialista. El momento actual que atraviesa el proceso bolivariano es caracterizado como de transición al socialismo, y esta signado por importantes luchas contra la especulación inmobiliaria por el derecho a la vivienda, contra el latifundio para lograr la soberanía alimentaria, la organización de milicias campesinas para frenar los más de 200 asesinatos de dirigentes populares, por la nacionalización de la economía y la necesidad de industrializarla para depender menos de las importaciones y de la monoproducción petrolera, entre otras medidas a nivel interno. Aunque la variante bolivariana del socialismo es una realidad a construir, pueden avizorarse cuatro influencias: una pata marxista con la que se enmarca en la lucha de clases, una nuestroamericana que continúa el legado de independencia y unidad continental de nuestros pueblos por el que combatieron los patriotas a lo largo de la historia, otra religiosa que parte entendiendo a Cristo como el primer revolucionario y la infaltable pata indígena, que retoma el vivir bien y el cuidado de la Pachamama además de reconocer la tradición de elementos socialistas en la ancestral vida originaria. Por estos motivos y la consolidación de una política internacional ajena a la agenda norteamericana, el referente del proceso de cambios venezolano es considerado como la “principal preocupación” de EE.UU. en el continente.

(44) Mariátegui, José Carlos; “Ideología y política”, Minci. Caracas, 2006. pág. 43. http://www.scribd.com/doc/17948204/Mariategui-Ideologia-y-politica
(45) Enrique D. Dussel "El último Marx (1863-1882) y la liberación latinoamericana". Ed. Siglo Veintiuno, 1990, pág. 283. En Google Books.
(46) Mariátegui, José Carlos; "Aniversario y balance", Amauta Año III, No 17. Lima, setiembre de 1928. Edición electrónica de Jaime F. Quino G., julio de 2003. http://www.marxists.org/espanol/mariateg/1928/sep/aniv.htm
(47) Mariátegui, José Carlos; “Intermezzo Polémico”, publicado en Mundial Nº 350 del 25 de febrero de 1937. Citado por Vitale Cometa, Luis R.; “Interpretación marxista de la historia de Chile”, tomo V, 1ª ed. 1969. http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/filosofia_y_humanidades/v2002729140vitale08.pdf
(48) Castro, Fidel; Discurso efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, 17 de noviembre de 2005. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f171105e.html
(49) Fidel Castro, discurso en Córdoba, 21 de julio de 2006. http://www.nuestrapropuesta.org.ar/Cuba/DISCURSO%20DE%20FIDEL%20EN%20CORDOBA.htm


¿Cinco siglos igual...?

Tras el disciplinamiento sanguinario de las fuerzas populares ejecutado por las dictaduras cívico-militares en los años especialmente ´70, la retracción del Estado en materia económica y social fue profundizada por la posterior ofensiva neoliberal. El capitalismo mostró su cara real tras la caída de la URSS y la bipolaridad. Las balas de hambre eran disparadas con lapiceras por doctores trajeados desde escritorios. Las armas silenciosas y mucho más eficientes eran las privatizaciones, flexibilizaciones laborales, fuga de capitales, endeudamiento externo, entre otras. Nuestro continente fue diezmado. La fragmentación y el reflujo en la movilización de las mayorías alcanzaron niveles muy altos, y las demandas populares se redujeron a diversas reivindicaciones defensivas, locales y sectoriales. En muchas comunidades indígenas del continente, esta situación, sumada a sus necesidades estructurales, les propició un muy disponible campo de acción a instituciones religiosas y decenas de ONG´s. De esta forma, Estados extranjeros, mediante fundaciones con ropajes progres, ejecutan sus políticas sobre poblaciones vulnerables de nuestros pueblos. La injerencia de EE.UU. marca uno de los ejemplos más obscenos. Mediante la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), el Departamento de Estado norteamericano ejecutó campañas de esterilización forzada en poblaciones rurales humildes del Perú, durante la presidencia de Fujimori(50). Recientemente, el Presidente de Bolivia sostuvo que la USAID, con presencia en muchas zonas de su país, es “una agencia de penetración ideológica-política en organizaciones sociales que busca consolidar intereses específicos del imperialismo en territorio nacional.”(51)

América Latina ha logrado esquivar las últimas crisis europeas y viene mostrando tasas macroeconómicas de crecimiento en los últimos años, entre otras cosas porque varios países se han ido despegando de las recetas del FMI y BM y por los precios internacionales de alimentos, energía y minerales. Pero las personas en situación de pobreza superan los 189 millones, siendo el 34,1 % del total de la población, y la indigencia ronda los 76 millones, equivalente al 13,7 % de sus habitantes(52). Las vigentes condiciones estructurales hacen imposible resolver este problema dentro de sus marcos establecidos. Como en una continuidad que arrastramos desde hace más de 500 años, potencias europeas y norteamericanas saquean las riquezas de las entrañas de nuestras tierras y el modelo exportador de materias primas es la base de la región. Grandes empresas transnacionales se adueñan de los recursos naturales. Los gobiernos de turno "atraen inversiones" permitiendo la depredación del medio ambiente. En este escenario, que fue mucho más radicalizado en los ´90, se criminaliza el conflicto social mapuche en Chile; en Perú se masacraron a los originarios amazónicos en Bagua, continuamente hostigados por defender la biodiversidad de la selva; fueron desplazados forzosamente miles de indígenas en Colombia, empleando hasta la violencia paramilitar; las comunidades zapatistas, que irrumpieron a nivel mundial desde Chiapas con su levantamiento armado en enero de 1994, de la mano del EZLN y peleando por la liberación nacional, actualmente construyen autonomía y siguen siendo hostigadas vía militar y paramilitar en las montañas del sureste mexicano; las cruentas masacres perpetradas contra el pueblo maya en Guatemala, en medio del conflicto armado entre 1960-1996; los hacendados brasileros persiguen y matan a los yanomami contratando "garimpeiros" en el Amazonas. El saqueo a la Pachamama, como siglos atrás, sigue estructurando las economías de nuestro continente. Y permite que “el econocida más respetado del mundo” se mantenga en los países centrales. Criticando con dureza la crisis sistémica que recorre el mundo y repercute a nivel ambiental, sanitario, de producción, financiero, humano, Evo fue explícito al sentenciar "o muere el capitalismo o muere la Madre Tierra".(53)

(50) Barthélemy, Françoise; “Esterilización forzada de la población indígena en Perú”, Mayo 2004. http://www.insumisos.com/diplo/NODE/242.HTM
(51) Solíz Rada, Andrés; "Evo y Usaid", 4 de julio de 2010. http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2010070302
(52) Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Panorama social de América Latina 2009. Citado por Ernesto Montero Acuña, "Doscientos años después de la conquista de la independencia, América Latina de la esperanza", 27 de julio de 2010. http://www.ecoportal.net/content/view/full/94455
(53) Morales, Evo, pre conferencia a la Cumbre Mundial de los pueblos sobre el Cambio Climático y Defensa de la Madre Tierra, el 29 de marzo de 2010. http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/69391-NN/morales-o-muere-el-capitalismo-o-muere-la-madre-tierra/


¿... o cambio de época?

En el marco de la recuperación de las democracias formales que sucedió a la larga noche represiva, y especialmente en el fragor de las numerosas crisis de las recetas neoliberales en nuestro continente, también fueron dándose rupturas en la realidad nuestroamericana y por ende en las posturas de las comunidades originarias. En 1987, en la ciudad de Panamá, fue creado el Parlamento Indígena de América. Se trata de un organismo continental y supranacional que reúne a todos los legisladores originarios del continente, con el fin de elaborar leyes que beneficien a las comunidades indígenas de Abya Yala. Al año siguiente fue ratificado en la segunda reunión de legisladores indígenas, realizada en Managua, Nicaragua, donde funciona su secretaria permanente.(54) Actualmente esta integrado por congresistas indígenas a nivel nacional de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Guatemala, México, Perú, Colombia y Panamá. Varios de esos países cuentan incluso con un ministro originario y alcaldes. Siguiendo en el marco de lo institucional, en 2010 Venezuela abrió las puertas, por primera vez en la historia, a una representación indígena en el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) (55).

La misma Venezuela abrió la dinámica de avances populares en la región. Un 27 de febrero de 1989 paría la primer rebelión popular contra el neoliberalismo, el Caracazo, ahogado en sangre por la IV República. Para enfrentar a ese poder, Hugo Chávez se levantó en armas el 4 de febrero de 1992. Fue una derrota militar y victoria política que lo catapultaron a ser electo Presidente con el 56,20% de los votos en 1998. Al año siguiente, las mayorías populares refrendaron ampliamente una nueva Constitución, que incluyó los derechos indígenas(56); en 2001 se trasladaron simbólicamente los restos del Guapotori (Jefe de jefes) caribe Guaicaipuro, al Panteón Nacional; el 12 de octubre de 2002 un juicio popular tumbó la principal estatua a Cristobal Colón en Caracas, nunca fue repuesta; en 2003 se declaró al 12 de octubre como "Día de la Resistencia Indígena". A estos avances simbólicos e identitarios se le agrega el real “problema del indio” que declamaba Mariátegui. El artículo 119 de la Constitución bolivariana se refiere expresamente a las tierras indígenas, señalando tres aspectos fundamentales: “el consentimiento oficial de que existe una correlación entre tierras y continuidad de las formas de vida indígena; la corresponsabilidad necesaria entre el Ejecutivo Nacional y los pueblos indígenas para la demarcación (participación indígena directa); y la consideración de que las tierras indígenas son propiedad colectiva de los pueblos, condición que no es modificable al calificarlas como inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles.”(57) Desde 2005, el estado venezolano en su transición al socialismo entregó títulos de propiedad por más de 10.000 km2 (equivalentes a más de 50 ciudades de Buenos Aires o media provincia de Tucumán) a las diversas comunidades indígenas(58), sin contar las que recibieron las comunidades campesinas. Estos procesos no están ajenos a conflictos, el más grande es la oposición de los latifundistas. Éstos contratan a sicarios y paramilitares, entrenados en el conflicto interno de la fronteriza Colombia, para atacar a las poblaciones rurales asesinando a sus dirigentes(59). Por tal motivo fueron creadas las milicias campesinas en el 2009. Otro punto para mencionar es que, en el marco de un creciente número de encuentros y conferencias que se están dando diversas comunidades indígenas del continente, este país organiza desde 2007 el “Congreso Internacional de Pueblos Indígenas Antiimperialistas del Abya Yala”, que va por su 4ta edición.

En Ecuador, en junio de 1990 el movimiento indígena irrumpió como un nuevo actor político de peso. En 1989 había caído el muro de Berlín y en el mundo se filosofaba sobre un supuesto “fin de la historia”. Faltaban sólo 2 años para el V Centenario del inicio de la conquista, y en Quito desde el “Levantamiento del Inti Raymi” miles lo rechazaban cantando: “1992, ni una hacienda en el Ecuador”. Uno de sus principales dirigentes calificaba como “una causa fundamental” del levantamiento “la existencia de ejes movilizadores como la defensa y la recuperación de la tierra y territorialidad y una evidente unidad movida por una fuerte revitalización de la identidad étnica del pueblo indio”(60). Tras varios gobiernos neoconservadores tumbados por la movilización popular, en 2006 ganó las elecciones presidenciales Rafael Correa, empleando una retórica anti-sistema y promocionando una revolución ciudadana. Siguiendo el ejemplo venezolano, se convocó a una Asamblea Constituyente y en octubre de 2008 entró en vigencia una nueva Carta Magna, también aprobada en referendum. Con estos importantes cambios, el país de Manuela Saenz, la “Libertadora del Libertador” Bolívar, se declara como "Estado unitario, plurinacional, intercultural y laico"(61). En 2010 se han comenzado a devolver territorios a algunas etnias. En Ecuador la población originaria es significativa, y la participación de movimientos indígenas fue importante en ese proceso, aunque actualmente se oponen al “neo-desarrollismo extractivista” que impulsa el gobierno, especialmente en las áreas hídrica, petrolera y minera. En este contexto, durante el intento golpista en 2010 que sacudió al país y que, transmitido en vivo, paralizó al continente, el partido indigenista “Pachacutik apoyaba la expulsión del presidente y defendía el golpe de la policía como un acto justo por parte de servidores públicos”, en coincidencia con el principal medio de la capital financiera de EE.UU. The Wall Street Journal, según James Petras(62).

Bolivia se transformó en caso emblemático por sus luchadoras mayorías indígenas y su actual presidente, el primer originario en ocupar ese cargo en Suramérica. El pueblo defendió sus derechos arrebatados por las políticas neoconservadoras en la "Guerra del agua" en Cochabamba en el 2000; en la "Guerra del Gas" en octubre de 2003, cuando cientos de miles soportaron una sangrienta represión, aislaron la ciudad de La Paz como hiciera Katari en 1781, y voltearon al presidente Goni; y en 2005 tumbaron a su sucesor neoconservador. En el 2006, el soberano eligió para el Ejecutivo a un aymara, en un hecho sin precedentes. Antes de asumir su primer mandato y su posterior reelección en 2009, Evo Morales fue coronado en las ruinas de Tiahuanacu como Apu Mallku. Custodiado por los Ponchos Rojos y rodeado de wiphalas, recibió el reconocimiento como líder político y espiritual de los pueblos originarios. Tupac Amaru había sido el último en recibir tan alto honor. Y aunque hay algunas críticas al gobierno de Evo porque su programa no se condice totalmente con las aspiraciones indigenistas de máxima, los avances logrados son históricos. La nueva Constitución Política del Estado (CPE), aprobada en 2009 también por referendum popular como en Venezuela y Ecuador, determinó importantes cambios (63). A nivel institucional, se definió una cuota de parlamentarios indígenas; un sistema judicial indígena campesino, al mismo nivel que la justicia ordinaria, junto con un nuevo Tribunal Constitucional plurinacional que tendrá que elegir miembros de los dos sistemas. Se reconoce también el derecho a la autonomía y el autogobierno en los nuevos “territorios indígena originarios campesinos”. Como también el derecho a la tierra comunitaria, junto a la propiedad exclusiva de los indígenas de los recursos forestales de su comunidad. En el referendum popular de la CPE, el 80% eligió acabar con el latifundio en Bolivia. Al poco tiempo de aprobada la nueva Carta Magna y respaldado en ella, Morales entregó a los indígenas tierras confiscadas a terratenientes extranjeros (64). Asimismo, el Estado se declara como Plurinacional, y según el Director General de Ceremonial del Estado, esto implicaría "la reconstitución de la identidad cultural de herencia ancestral milenaria, la recuperación de conocimientos y saberes antiguos, una política de soberanía y dignidad nacional, apertura a nuevas formas de relación de vida (ya no individualista sino comunitarias), la recuperación del derecho de relación con la Madre Tierra y la sustitución de acumulación ilimitada individual de capital por la recuperación integral del equilibrio y la armonía con la naturaleza”(65).

Por su parte, Nicaragua también abrió un proceso de entrega de tierras a los pueblos originarios, otorgando en los últimos 3 años más de 22 mil kilómetros cuadros, el equivalente a la provincia argentina de Tucumán, a favor de 270 comunidades indígenas(66). Aunque las declaradas guerras a los latifundios no han cristalizado en una reforma agraria a nivel nacional, las mencionadas entregas de tierras a las comunidades indígenas y los logros en materia de derechos concretos y en lo identitario, sumados a otros avances significativos e históricos que han tenido lugar en los últimos años, se han producido en países que comparten un factor geopolítico e ideológico en común, pertenecen a la ALBA. Y esto sin dejar de mencionar el debate entre reconocer lo pluriétnico o multicultural de la nacionalidad como en el caso venezolano, frente a la plurinacionalidad declarada en Ecuador y Bolivia. En estas diferencias, el peso poblacional de los pueblos originarios se constituye en un factor determinante.

(54) Estatuto del Parlamento Indígena de América http://parlamentoindigenadeamerica.com/estatuto.html
(55) AVN, 23 de septiembre de 2010. http://www.avn.info.ve/node/19135
(56) Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Título III, Capítulo VIII: De los Derechos de los pueblos indígenas, artículos 119 al 126. http://www.psuv.org.ve/constitucion/titulo3-capitulo8/
(57) Caballero Arias, Hortensia; “La Demarcación de Tierras Indígenas en Venezuela”, Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, 2007, vol.13, nº 3 (sept.-dic.), pp. 189-208. En google docs.
(58) Prensa Web RNV/AVN, 20 de septiembre de 2010. http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=36&t=137502
(59) El Frente Ezequiel Zamora denunciaba en junio de 2009 que eran 214 los campesinos ultimados desde 2001, en “Campesinos Asesinados en Venezuela desde el 2001”. El Frente Nacional de Campesinos y Pescadores Simón Bolívar exigía, a fines de noviembre de 2009, “que se haga justicia con los 220 campesinos que han sido asesinados y los 177 dirigentes obreros asesinados por estas élites”, en “Frente Nacional de Campesinos respalda Plan de Rescate de Tierras”
(60) Macas, Luis; “El levantamiento indígena visto por sus protagonistas”, Quito, ICCI, 1991. Citado por Galarza, Napoleón Saltos; “Desmitificación de las lecturas etnicistas del movimiento indígena”, Quito, 17 de septiembre de 2002. En Google Docs.
(61) Art. 1 de la Constitución Política de la República del Ecuador, pág. 16. Asimismo, detalla los "Derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades" en el Capítulo cuarto, en los artículos 56 al 60, pág 41. http://www.asambleanacional.gov.ec/documentos/constitucion_de_bolsillo.pdf
(62) Petras, James; “Sus amplios significados”, 13 de octubre de 2010. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=114748
(63) Nueva Constitución Política del Estado, Capítulo VII: "Autonomía indígena originaria campesina", artículos 289 al 296. http://www.presidencia.gob.bo/download/constitucion.pdf
(64) El País, 15 de marzo de 2009. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Morales/entrega/indigenas/tierra/confisco/terratenientes/extranjeros/elpepuint/20090315elpepuint_2/Tes
(65) Huanacuni Mamani, Fernando; citado por Ramiro Vinueza y Amparo Sigcha, "Los estados plurinacionales y el movimiento indígena", 25 de marzo de 2010.
(66) AVN, 25 de Junio de 2010. http://www.avn.info.ve/node/1911?guicktabs_5=4



¿Y por casa como andamos?

La población indígena en América Latina y el Caribe supera los 52 millones(67). Según el citado informe, desde el río Bravo a la Patagonia, más del 10% de la población nuestroamericana es originaria, y casi el 90% de ella habita en México, Perú, Guatemala, Bolivia y Ecuador. Aunque muchos se sorprendan, según estudios científicos(68) varía entre el 52% y el 66% el porcentaje de argentinos con antepasados indígenas, de acuerdo a las zonas del país país. Pero sólo una minoría de más de 600.000 personas se define como indígena en Argentina, teniendo en cuenta los dos criterios del INDEC, “la autoidentificación o autorreconocimiento de la pertenencia a un pueblo indígena y la ascendencia indígena en primera generación.”(69) Enfrentando un modelo de sociedad dominante, cuasi-monopólico y negador de las distintas expresiones populares, las comunidades originarias fogonean día a día la lucha por recuperar sus territorios ancestrales y mantener vivas sus culturas y lenguas. Por ejemplo, en nuestro país, se hablan trece idiomas indígenas, agrupados en distintas familias lingüísticas como la quechua en el NOA, guaraní en el NEA, mataguaya en Chaco y parte del NOA, guaycurú también en el Chaco, mapudungun (la “lengua de la tierra” de los mapuche) en la Patagonia, chon en Santa Cruz.(70) Según el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (I.N.A.I.) son 26 los pueblos originarios existentes en el país.(71) Dispersos en la amplia geografía argentina, denuncian sus vicisitudes y plantean numerosos reclamos, sin solución. La agenda pública ningunea su problemática en gran medida, y hasta algún empresario televisivo con alto rating, y acusado anteriormente de usurpar tierras mapuche, pretendió burlarse de ellos(72). A nivel cultural, en 2009 surgió la convocatoria del historiador Osvaldo Bayer y el artista plástico Andrés Zerneri para continuar el camino iniciado con el monumento al revolucionario Ernesto Che Guevara y construir colectivamente y desde abajo un homenaje a los Pueblos Originarios. La propuesta interpreta un sentimiento que recorre el continente, y propone reconocer nuestras raíces indígenas en la figura de bronce de una mujer originaria como símbolo de vida. El ambicioso proyecto pretende recolectar 10 toneladas de bronce y reemplazar la efigie del general Roca, ubicada en pleno centro porteño a metros de la Plaza de Mayo. Mediante charlas, actividades artísticas y "la militancia del granito de bronce", la iniciativa cultural acompaña el trabajo de otras organizaciones que vienen bregando desde hace años por darle visibilidad a las problemáticas indígenas, muy lejanas del pensar y sentir de la mayoría de la población urbana local.

Es un abono más para que el histórico “problema del indio” casi ni se toque en Argentina. En 2007, una investigación de Página/12 reveló que existen al menos 86.535 km2 (casi la superficie de la provincia de Corrientes) en conflicto entre comunidades indígenas y multinacionales mineras, estados provinciales y nacional y otros privados que incluyen a pasteras y empresas de turismo. Según el informe, la conflictividad se agudizó en la década del ´90, con el corrimiento de la frontera agropecuaria debido al irrefrenable avance de la soja(73). Durante 2010, lo más significativo en la larga continuidad de reclamos indígenas fue la importante movilización en el mes de mayo, realizada bajo la consigna “Caminando por la verdad, hacia un Estado plurinacional”. Partiendo desde alejados puntos del país, tres columnas atravesaron miles de kilómetros en su marcha hacia Buenos Aires con el fin de presentarle sus reclamos a la cabeza del poder político nacional. Con sus vestimentas coloridas y wiphalas andinas, las naciones originarias irrumpieron en la cementada capital, históricamente ciega y sorda a sus problemas. En plena 9 de Julio fueron recibidas solidariamente por diversas organizaciones populares, fortaleciendo las alianzas plebeyas. Se movilizaron 8.000 indígenas de distintos movimientos, que entonando “la tierra, robada, será recuperada”, ingresaron a la Plaza de Mayo en su camino a encontrarse con la presidenta Cristina Fernández. El impacto generado evocó al inédito "Malón de la Paz" de 1946(74). Entre los actuales reclamos se destaca la recuperación de tierras ancestrales, la plurinacionalidad y la defensa de la Pachamama ante la depredación ambiental. Desde la movilización, un dirigente kolla utilizaba una carta pública para exortar a las Iglesias y ONG a “que en este siglo XXI nos dejen desarrollar como queremos, que no nos sometan con el yugo de la cruz, ni el dinero. Nos trajeron la cruz, nos pidieron que sostuviésemos la biblia, cerremos los ojos y recemos, cuando abrimos los ojos, teníamos la biblia y Uds., tenían las tierras.”(75) En la misma misiva rechazaba la discriminación e informaba que en nuestro país hay “más de 36 Naciones, con más de 800 comunidades indígenas.” Y destacaba que “la riqueza, la independencia, y el progreso fue forjado principalmente con mano de obra indígena, por eso pedimos que haya una reparación histórica para los Pueblos y Naciones originarios existentes en Argentina”. Hubo movimientos que no se sumaron a la importante marcha por no compartir el alineamiento oficialista de la misma. En esa línea, colectivos originarios junto a decenas de organizaciones urbanas convocaron al Bicentenario de los Pueblos, un contra-acto a los históricos y multitudinarios festejos oficiales del Bicentenario. Atacando los mismo problemas con posiciones más críticas se pronunciaron las organizaciones de base desde este espacio de confluencias contestatarias. Reclamaban “territorio y autodeterminación para los pueblos originarios, movimientos campesinos y organizaciones barriales”, rechazaban “al capitalismo devastador de la madre tierra, al modelo sojero y las corporaciones extractivas contaminantes” y apoyaban “la unidad de todos los pueblos de la Abya-Yala (Nuestra América) y de todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación.”(76) Sobre la negada devolución de territorios, pasan los años pero las respuesta no cambian. En Formosa, el 23 de noviembre de 2010, Gendarmería Nacional reprimió con salvajismo a una comunidad qom (mal llamada toba) que reclamaba desde hace 4 meses cortando la ruta Nacional 86, provocando 2 muertos. El hecho repercutió en todo el país y se trasladó a Buenos Aires. Actualmente sigue sin definición por parte de las autoridades nacionales, mientras que los representantes indígenas continúan acampando en la 9 de Julio. Los ecos del Amauta siguen retumbando ante una solución que no llega: “El problema del indio es el problema de la tierra”.

(67) Roldán, Roque; “Territorios colectivos de indigenas y afroamericanos en America del Sur y Central. Su incidencia en el desarrollo”, BID, Marzo 2002. En google docs.
(68) Daniel Corach, Andrea Sala y Miguel Marino, "Estructura genética de la Argentina: Impacto de las contribuciones genéticas de los diversos grupos étnicos en la población actual del país", Colección educ.ar, CD nro. 9, Educación intercultural bilingüe: debates, experiencias y recursos. http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD9/contenidos/sobre/pon3/index_imprimir.html
(69) INDEC. Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005.
(70) Cristina Messineo y Paola Cúneo, "Las lenguas indígenas de la Argentina. Situación actual e investigaciones". http://www.xeitonovo.org.ar/ponencias/CLM07_CMessineoPCuneo.pdf
(71) Mapa de los Pueblos Originarios. http://www.desarrollosocial.gov.ar/INAI/site/pueblos/pueblos.asp
(72) Carlos Domínguez, "La jodita de Tinelli que fue blooper", Página 12, 28 de abril de 2010. http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-144753-2010-04-28.html
(73) Aranda, Darío; "La reconquista", Página 12, 12 de octubre de 2007. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-92890-2007-10-12.html
(74) Del 15 de mayo al 3 de agosto de 1946, 174 kollas unieron a pie Abra Pampa (Jujuy) con Buenos Aires para pedir que la justicia social alcance a los pueblos indígenas del norte argentino. Al llegar, los alojaron en el "Hotel de Inmigrantes". El 27 de agosto se los desalojó y embarcó por la fuerza en un tren custodiado hasta su pueblo. El 30 de noviembre, Perón declaró que los integrantes del Malón de la Paz "no representaban las inquietudes ni las aspiraciones de los auténticos habitantes indígenas de nuestro norte". Fuente: Luis María Zapiola, “El pueblo kolla de pie". http://www.indigenas.bioetica.org/nota14.htm
(75) Jorge Omar Ramos, “Carta abierta de un indígena, a la sociedad argentina, la iglesia y la comunidad internacional”, 20 de mayo de 2010. http://www.jornada.unam.mx/2010/05/15/oja157-carta.html
(76) Declaración del Bicentenario de los Pueblos. http://elotrobicentenarioeldelospueblos.blogspot.com/



"Yo no soy yanqui, ni quiero ser, yo voy con Chávez, voy con Evo y con Fidel" (cántico popular)

Bolívar despierta cada cien años, cuando despiertan los pueblos, escribió Neruda. Razón no le faltó. Es que el Libertador latinoamericano nacido en Venezuela tiene mucho que ver en nuestro presente. Así como Martí fue el autor intelectual de la Revolución cubana, Bolívar marcó el rumbo en una hora oscura del continente. Cuando Chávez conspiraba desde dentro de las FF.AA. de su país a fines del los ´80 y principios de los ´90, estaba armado de las ideas de quien fue el hombre más rico en Venezuela durante la colonia, y dejó todos sus bienes materiales para lograr la independencia. En plenos años del supuesto “fin de la historia”, el pueblo venezolano rechazó el modelo neoliberal con el Caracazo en 1989 y comenzó a reencontrarse con su propio rumbo buscando en su propia pasado, a la sombra del árbol de las tres raíces, siguiendo las imperecederas huellas de Bolívar, Simón Rodriguez y Ezequiel Zamora. Ante el reflujo a nivel internacional producido por la caída del modelo soviético, desde Venezuela nos mostraban otro rumbo, reconocernos en nuestros orígenes. Como sentenció Martí luchando por la independencia cubana “Bolívar tiene que hacer en América todavía!”. Pocos años después, este proceso popular tomó rumbos propios en las tierras de Tupac Katari y de Manuelita Saenz, donde los candidatos populares triunfaron en elecciones con más del 50% de los votos y convocaron a sendas Constituyentes para reconfigurar las reglas del juego. No es casualidad que estos países estén alineados en la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Tampoco es casualidad que todos ellos hayan sufrido fracasadas intentonas golpistas, Venezuela en 2002, Bolivia en 2008 y Ecuador en 2010. El último golpe de estado “exitoso” en el continente fue a Honduras, en 2009, otro miembro de la Alianza Bolivariana, el esquema de integración regional más opuesto a los intereses de los EE.UU.

Son tres los modelos de integración en nuestro continente, la mencionada ALBA nacida en 2004 desde los pueblos de Martí y Bolívar; el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) que intentó imponer EE.UU. y fue enterrado en Mar del Plata en 2005, achicando la expansión de los bilaterales TLC´s posteriores; y la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), oficializada en 2008, que trae aparejada una tendencia integracionista bajo el liderazgo de Brasil, la potencia del continente. Por nuestra parte, a nivel alineamiento regional el actual modelo marcó una ruptura con sus predecesores neoliberales, y teniendo como meta reconstruir el capitalismo en Argentina tras la crisis de 2001, puso sus fichas en MERCOSUR y UNASUR. Ante la pérdida de influencias en "su patrio trasero", el Tio Sam viene respondiendo con agresiones. Sin mencionar las oscuras redes de la diplomacia norteamericana que ha difundido Wikileaks, la activación de la IV Flota, las desestabilizaciones a los países de la ALBA, las pretendidas bases militares en Colombia, el aprovechamiento de un terremoto para invadir Haití son los hechos más notorios y visibles en los últimos años. La consolidación de estos nuevos espacios de integración y los próximos que surjan, como el demorado Banco del Sur y su propuesta de construir una nueva arquitectura financiera independiente del FMI y BM, irán marchitando tanto al "ministerio de colonias yanquis", tal como Fidel definió a la OEA (Organización de Estados Americanos), como al imperialismo norteamericano. ¿Hasta que punto estos nuevos esquemas persiguen los objetivos de unidad del Congreso Anfictiónico que convocó Bolivar en 1824, realizado en Panamá dos años después y boicoteado por EE.UU.? ¿La unión será sólo integración económica entre países, tipo MERCOSUR, o consolidará caminos de unidad para nuestros pueblos en el marco de la refundación de la Patria Grande? ¿Los originarios serán tenidos en cuenta como parte de nuestros pueblos, como los consideraron San Martín, Güemes, Castelli y tantos otros patriotas revolucionarios, o les tocará nuevamente mirar estos procesos desde afuera?

Los hechos futuros irán acentuando tendencias y definiendo situaciones; teniendo en claro que no somos resultado sino proceso, y tampoco destino, sino punto de partida. A inicios del S.XXI nuestros pueblos generaron las dinámicas políticas más ricas que hubo a nivel mundial hasta la irrupción de las recientes insurrecciones en el mundo árabe. Y desde Nuestra mayúscula América se cuestiona de manera abierta a los imperialismos como etapa superior de un modo de producción que tiende al colapso del sistema mundo. Se plantea tanto la defensa de la Pachamama como centro de vida como proyectos políticos que no sólo cuestionan la dominación sino que buscan superarla. En esta época bicentenaria, nuestro país palpitó con multitudinarios actos en una Avenida 9 de Julio abarrotada de celeste y blanco. La asistencia superó con amplitud hasta las expectativas de los organizadores más optimistas. En medio de miles de banderas argentinas, más de 6 millones de personas nos reunimos entre el 21 y 25 de mayo. No hubo ningún incidente, y no había policía. El soberano habló, movilizándose también desde las provincias y desbordando el centro de la ciudad. El amplio y abarcador repertorio artístico y el espectacular despliegue final cautivaron a propios y extraños. Hasta el único presidente “extranjero” invitado a los festejos que cantó completo el Himno Argentino se sintió embargado por tanta emoción; via twitter, Chávez exclamó "¡Ha sido fabuloso el día Bicentenario aquí en Buenos Aires! ¡Es una verdadera Revolución de pasión Patria!". Esa misma pasión empuja desde nuestras raíces, las de un continente digno que quiere ponerse de pie. Tupac Amaru, Tupac Katari, Bartolina Sisa, Moreno, Castelli, Juana Azurduy, Artigas, Bolívar, Hidalgo, Morelos, San Martín, Morazán, José Martí, Sandino, Farabundo Martí, nos siguen hablando. Ellos, como tantos insignes luchadores, nos muestran que el camino que nos queda es apelar a la unidad y organización del campo popular para enfrentar al opresor de turno y construir un modelo superador de la presente realidad. Otro continuador de aquellas luchas, un muy vigente militante latinoamericano que es bandera en todas y cada una de las manifestaciones contra cualquier injusticia a nivel mundial desde hace 43 años, y que también estuvo en varios artistas y en el pueblo en el escenario bicentenario, resumió la tarea histórica que nos convoca: "eliminar las bases de sustentación del imperialismo". Y Nuestra mayúscula América es hoy un terreno más que propicio para dar esa batalla. En cada uno de nuestros países, las flameantes banderas de los patriotas revolucionarios que lucharon y vencieron al colonialismo de entonces, nos llaman a levantarlas. A nosotros nos toca hacerlas ondear nuevamente victoriosas en nuestra querida Argentina, en nuestra renaciente Patria Grande.


@julianlautaro


NOTA: El conocimiento es un capital socialmente producido. Al reproducir la data, citando la fuente no sólo le damos solidez a lo escrito, sino que, como decía Rodolfo Walsh, evitamos que nuestras clases dominantes borren nuestra historia, doctrina, héroes y mártires. De no hacerlo, “cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.”