El viernes 13 de junio, el Secretario General de la Unasur brindó una magistral clase abierta enmarcada en los desafíos de la integración suramericana. La sede fue un colmado auditorio principal de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), en la ciudad de Buenos Aires. Junto al revolucionario bolivariano estuvieron el vicecanciller argentino Alfredo Zuaín, el secretario de la Unidad Presidenta, Rafael Follonier, y el rector de la casa de estudios, Nicolás Trotta.
Para comenzar con su
exposición, Alí Rodriguez Araque elogió al sindicato Suterh por
ser una organización de trabajadores que se esfuerza en llevar
adelante una universidad y desarrollar el conocimiento. También
recordó la amistad y compañerismo que tuvieron Hugo Chávez y Néstor Kirchner, y destacó la
importancia de la complementariedad entre Argentina y Venezuela,
expresada en el importante intercambio basado en las capacidades de
producción alimentaria y energética.
En una ponencia donde no
hubo palabras pronunciadas para llenar vacios, planteó que el poder
real de nuestro continente, actualmente, no son las capacidades
industriales ni militares, sino la riqueza de nuestros recursos
naturales. Entre ellos, el especialista en economía petrolera
destacó que contamos con casi un tercio del agua dulce del planeta,
con altos niveles de reposición; el mayor reservorio vegetal y de biodiversidad del
mundo (Amazonia); enormes superficies de cultivos para producir
alimentos; 400 millones de habitantes; el 90% de las reservas
mundiales de litio (concentrados en Bolivia, Argentina y Chile).
El Secretario
General de la Unasur, con mandato prorrogado desde agosto de 2013 por la
falta de acuerdo de los gobiernos para nombrar a su sucesor, advirtió como principal debilidad la falta de una visión común para definir planes y
objetivos sobre que hacer con esas riquezas.
Entre los quehaceres estratégicos, en primer lugar remarcó la necesidad de eliminar la pobreza, alertando que a pesar de haber reducido los estragos pronunciados por el neoliberalismo, aún hay mucho más de 100 millones de pobres en nuestro continente, según la Cepal. Y planteó la importancia de ir mucho más allá, motorizando un proceso sostenido de desarrollo integral de las fuerzas materiales, las condiciones de existencia y el sentido humano. El abogado y economista venezolano rechazó de plano la visión comercial centrada en maximizar las ganancias de corporaciones explotadoras y Estados propietarios de recursos.
Entre los quehaceres estratégicos, en primer lugar remarcó la necesidad de eliminar la pobreza, alertando que a pesar de haber reducido los estragos pronunciados por el neoliberalismo, aún hay mucho más de 100 millones de pobres en nuestro continente, según la Cepal. Y planteó la importancia de ir mucho más allá, motorizando un proceso sostenido de desarrollo integral de las fuerzas materiales, las condiciones de existencia y el sentido humano. El abogado y economista venezolano rechazó de plano la visión comercial centrada en maximizar las ganancias de corporaciones explotadoras y Estados propietarios de recursos.
Para avanzar hacia este
proceso integrador, Rodriguez Araque destacó la importancia fundamental de los
trabajadores y la juventud estudiantil como vanguardia que
involucre a los pueblos en esta transformación. E invitó a ver a
Nuestra América como un sólo país, a continuar el legado de
Bolívar y San Martín, que no lucharon por una independencia de
pequeñas naciones separadas entre sí, que conformaran un territorio
dividido en mosaicos.
Consideró como desafío
fundamental plasmar ese sueño emancipatorio con raíces sólidas y
fuerzas reales, resaltando el ejemplo de la OPEP (Organización
de Países Exportadores de Petróleo) de la que fue Secretario
General entre 2000 y 2002. Remarcó que a pesar de estar integrada
por países con lenguas diferentes, separados geográficamente por
grandes distancias, gobernados por distintos regímenes políticos y
de diversos signos ideológicos, e incluso enfrentados por guerras
como Irak-Irán o la invasión iraquí a Kuwait, aún así siguieron
reuniéndose los representantes de cada estado. Destacó que la OPEP
resistió al plan de EE.UU. para romperla, mencionado por Henry Kissinger en sus extensas memorias, porque los países defienden mejor la propiedad de
un recurso natural.
Cabe mencionar que esa unidad de la OPEP le permite ser un centro de poder mundial, por lo menos en lo económico financiero. Rodriguez Araque puntualizó que, por la falta de integración, nuestros países permancen condenados a ser meros expectadores, señalando que, por el momento, carecen de poder real de actuación en la geopolítica mundial.
También, quien fue Canciller venezolano entre 2004 y 2006, explicó el carácter nocivo del vigente modelo de intercambio comercial. En la actualidad, en el intercambio entre nuestros países, los productos superan a las materias primas; pero respecto a los países por fuera de nuestra región, la relación es inversa, exportamos materias primas e importamos productos. Y las ganancias por la exportación de materias primas también se van al exterior, para regresar como préstamos.
El "Comandante Fausto" destacó como un activo muy importante de Nuestra América, además de sus enormes riquezas naturales, el ser una "zona de paz". Así como el desarrollar una democracia creciente, con distintas variantes. Continuó señalando que lograr nuestra integración regional depende fundamentalmente de la capacidad de nuestros liderazgos para consolidar a Unasur en medio de estas condiciones favorables. Y agregó que se trata de asumir un desafío histórico, no es sólo de un problema de funcionarios, sino de todo el pueblo.
Asumiendo la fuerte inferioridad que tenemos en infraestructura mediática, se inspiró en el "inventamos o erramos" de Simón Rodriguez para desarrollar otras formas de comunicación. Y en esa lìnea, consideró fundamental realizar encuentros regionales de trabajadores, donde además de hablar problemáticas reivindicativas de la clase obrera en los distintos países, los grandes temas de la estrategia de integración nuestroamericana sean parte ineludible de la agenda.
Cabe mencionar que esa unidad de la OPEP le permite ser un centro de poder mundial, por lo menos en lo económico financiero. Rodriguez Araque puntualizó que, por la falta de integración, nuestros países permancen condenados a ser meros expectadores, señalando que, por el momento, carecen de poder real de actuación en la geopolítica mundial.
También, quien fue Canciller venezolano entre 2004 y 2006, explicó el carácter nocivo del vigente modelo de intercambio comercial. En la actualidad, en el intercambio entre nuestros países, los productos superan a las materias primas; pero respecto a los países por fuera de nuestra región, la relación es inversa, exportamos materias primas e importamos productos. Y las ganancias por la exportación de materias primas también se van al exterior, para regresar como préstamos.
El "Comandante Fausto" destacó como un activo muy importante de Nuestra América, además de sus enormes riquezas naturales, el ser una "zona de paz". Así como el desarrollar una democracia creciente, con distintas variantes. Continuó señalando que lograr nuestra integración regional depende fundamentalmente de la capacidad de nuestros liderazgos para consolidar a Unasur en medio de estas condiciones favorables. Y agregó que se trata de asumir un desafío histórico, no es sólo de un problema de funcionarios, sino de todo el pueblo.
Asumiendo la fuerte inferioridad que tenemos en infraestructura mediática, se inspiró en el "inventamos o erramos" de Simón Rodriguez para desarrollar otras formas de comunicación. Y en esa lìnea, consideró fundamental realizar encuentros regionales de trabajadores, donde además de hablar problemáticas reivindicativas de la clase obrera en los distintos países, los grandes temas de la estrategia de integración nuestroamericana sean parte ineludible de la agenda.
Para lograr este proceso
de integración, destacó la necesidad de una estrategia dinámica
y articulada, con cuatro ejes inter-relacionados:
- Extracción de
recursos, en sentido amplio, incluye la minería, petróleo, gas,
alimentos, etc.
- Industrialización de
los productos primarios, que a su vez permite crear empleo estable y
digno para combatir la pobreza.
- Modificación de los
esquemas de intercambio.
- Desarrollo de ciencia y
tecnología, asentado sobre la base de una creciente
industrialización.
También Rodriguez Araque señaló que el acceso a los recursos naturales
se ha convertido en un problema de seguridad nacional para EE.UU.,
mencionando a Theotonio Dos Santos y un trabajo de la investigadora
peruana Mónica Bruckmann, “Recursos Naturales y la Geopolítica de la Integración Sudamericana”. Y
como tal, implica el uso de sus FF.AA., que dejaron más de un millón
de muertos en Irak, a lo que deben sumarse Libia, Siria y Ucrania.
También relacionó esa política con nuestra América, a través de
la advertencia de la ex Secretaria de Estado norteamericano,
Condoleezza Rice, definiendo a Chávez como “un mal ejemplo para la
región”. Y enfatizó, levantando su voz, que Chávez
“rescató el sentido de dignidad nacional”.
Para cerrar, antes de
recibir un prolongado aplauso de pie, el coautor del muy recomendable libro autobiográfico "Antes de que se me olvide" insistió en la importancia de
comenzar a realizar encuentros de trabajadores que incorporen los
grandes temas de la estrategia de integración.
14 de junio de 2014
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